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¿Y ahora qué pasa con los OGM en Ecuador?
Publicado en 07 - 2017

Hace pocos días se aprobó la Ley Orgánica de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable. El artículo 56 establece el ingreso de semillas y cultivos transgénicos al Ecuador con fines de investigación, con el siguiente texto:

"Semillas y cultivos transgénicos.- Se permite el ingreso de semillas y cultivos transgénicos al territorio nacional, únicamente para ser utilizados con fines investigativos. En caso de se requiera el ingreso para otros fines distintos, se deberá seguir el procedimiento establecido en la Constitución para tal efecto.

Constituyen infracciones especiales muy graves, el ingreso o uso no autorizado de semillas y cultivos genéticamente modificados para cualquier fin que no sea el de investigación científica."

Aquí surge una pregunta: ¿cómo entender el ámbito de esta disposición? ¿Cómo proceder ahora?, si el artículo 401 de la Constitución señala textualmente:

"Se declara al Ecuador libre de cultivos y semillas transgénicas. Excepcionalmente, y sólo en caso de interés nacional debidamente fundamentado por la Presidencia de la República y aprobado por la Asamblea Nacional, se podrán introducir semillas y cultivos genéticamente modificados. El Estado regulará bajo estrictas normas de bioseguridad, el uso y el desarrollo de la biotecnología moderna y sus productos, así como su experimentación, uso y comercialización. Se prohíbe la aplicación de biotecnologías riesgosas o experimentales."

Desde el punto de vista científico y técnico, el artículo 401 implica una prohibición del uso de organismos genéticamente modificados (OGM) en el campo agrícola, y aunque el sustento para esta prohibición es muy debatible, es una disposición vigente y se presta a diversas interpretaciones.

De lo que se oye, como el mencionado artículo señala "cultivos" y no "cultivos agrícolas", no faltará quien interprete que están prohibidos también los cultivos bacterianos. Otro punto oscuro es qué mismo se entiende por aplicación de biotecnologías experimentales, si el desarrollo en sí de la biotecnología es por naturaleza experimental. Dudas que nadie despeja y que se prestan para cualquier tipo de disquisición.

¿Hasta cuándo el país, sus autoridades, los investigadores, los grupos ambientalistas y la sociedad en general acordarán que, para manejar el tema de organismos genéticamente modificados, no se necesitan prohibiciones sino un marco María de Lourdes Torres* nacional de bioseguridad con instituciones encargadas y regulaciones adecuadas que realmente permitan al Ecuador usar o restringir -dependiendo del caso- uno o varios organismos genéticamente modificados?.

En ausencia de un marco coherente, el Ecuador maneja estos organismos solo con remiendos que más bien representan caprichos de varias autoridades de turno. Un día nos despertamos con un etiquetado obligatorio de los alimentos que contienen OGM en ausencia de una norma técnica. De la misma manera nace ahora el artículo 56.

Es un hecho que el país necesita comenzar a trabajar en este tema; pero ¿por qué no ser serios y hacerlo de forma integral? Está muy bien que se permita la investigación con semillas genéticamente modificadas, pero esto debe tener un procedimiento técnico claro a seguir, vigilado (no restringido) por las autoridades nacionales competentes en la materia.

Por lo tanto, lo que necesita el Ecuador es un debate técnico -y no emocional- sobre esta temática que nos permita disponer de rutas claras en el manejo de los organismos genéticamente modificados. En primer lugar se debería pensar en una reforma constitucional, y en la implementación de un marco nacional de bioseguridad. Esto no es "abrirnos a los transgénicos", es más bien ser responsables y argumentar los criterios para la toma soberana de decisiones sobre el empleo -o nó- de los OGM dependiendo del caso, y no sumergir a todos los transgénicos en un mar homogéneo de ignorancia y falta de seriedad.

Solo manejando de forma responsable este tema se podrá, por un lado, conservar el patrimonio genético de la agrobiodiversidad del que disponemos y por otro, permitir un desarrollo tecnológico que nos ayude a solucionar problemas no resueltos, como el desarrollo agrario en Ecuador.

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