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Visión legislativa sobre ingreso de semillas transgénicas
Publicado en 07 - 2017

La Asamblea Nacional aprobó el ingreso a Ecuador de semillas transgénicas con fines investigativos. Se trata de la Ley Orgánica de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable.

Sin embargo, un candado constitucional impide que esto se lleve a la práctica. Esto afirma Mauricio Proaño, asambleísta oficialista, proponente de esta disposición, al indicar que la Constitución es clara en su artículo 15, donde prohíbe el desarrollo, producción, tenencia, comercialización, importación, transporte, almacenamiento y uso de organismos genéticamente modificados.

"Estoy de acuerdo en que se investigue en el país, pues en la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) existe un transgénico de plátano resistente a la sigatoka con lo que se acabarían las fumigaciones y la contaminación por agroquímicos; sin embargo, no se puede hacer investigación científica en Organismos Modificados Genéticamente (OMG) porque las empresas dueñas de los transgénicos prohíben el uso de su material genético en cruces con otras especies o el uso de los genes; de hacerlo, se apoderan de los resultados de los estudios. Además, constitucionalmente está prohibido sembrarlos lo que sería el objetivo final de la creación de una semilla", dijo.

Indicó que el tema fue llevado al Legislativo como veto presidencial para cambiar el artículo 56 de la Ley Orgánica de Agrobiodiversidad, que prohibía el ingreso de organismos genéticamente modificados. La reforma fue aprobada con 73 votos a favor y 55 en contra.

"Personalmente -sostuvo el asambleístano estoy de acuerdo con este cambio a la norma, porque primero es necesario modificar la Carta Magna y, por esa razón, podría ser declarado que el artículo no se ajuste a la Constitución. Creo que un cambio por el veto no es suficiente; se requiere un cambio constitucional si se quería impulsar estudios con transgénicos", expresó.

Esta regla estuvo en discusión desde 2012, pero la primera votación se suspendió porque contenía muchas implicaciones y prohibiciones en todo aspecto hasta en lo referente al cruce de plantas del mismo género. En 2014, Proaño fue reelegido como vicepresidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria desde donde impulsó los cambios necesarios para avanzar en la aprobación de la normativa para que tenga mayor precisión en cuanto al ámbito y objetivo de la misma. Dentro del cuerpo legal se aclaró los conceptos de semilla nativa, criolla y certificada, además de que se dispuso la protección de las dos primeras; así como el mejoramiento de los sistemas de selección de la semilla certificada, pues en el futuro constituirán una riqueza nacional y tendremos más oportunidades para mitigar los efectos del cambio climático, dijo el asambleísta.

Hubo modificaciones, además, en cuanto al fomento a la agroecología. "Ese es solo un tipo de agricultura y existen muchos en el mundo y en el país, en los que su objetivo es una producción limpia y alimentos sanos; por eso se puso "fomento a la agricultura sustentable, un concepto más amplio", aclaró Proaño.

Respecto al consumo de transgénicos, el legislador manifestó que no está ni a favor ni en contra porque no existen pruebas contundentes que aseguren que afecta al ser humano, pero sostuvo que cuando no se tiene pleno conocimiento del tema conviene ser cauto en comentarlo.

Señaló que existe una carta de 102 premios Nobel, a escala mundial, quienes manifiestan que no hay problema en el uso de alimentos genéticamente modificados y que, a su criterio, el problema no son estos productos, sino las transnacionales que están detrás.

"Es una discusión mundial y está bien que se cuestione a favor o en contra y que Ecuador también mantenga las debidas precauciones, porque podría pasar que ingrese un producto y después se descubra que es nocivo para la salud", insistió Proaño.

Señaló que "consideran a los transgénicos como que fuera lo último en tecnología, pero la biotecnología es tan fuerte ahora que pronto la transgenia quedará en desuso porque habrá una tecnología más adelantada que esa".

Considera que en Ecuador no se sembrará esos productos, porque aquí no hay grandes extensiones de tierra como las que solicitan las empresas extranjeras que piden cincuenta y sesenta mil hectáreas. Opinó que los destinos serán Brasil, Paraguay, Bolivia o Colombia, en donde sí existen esas superficies de terreno.

En torno a los cuestionamientos referentes a que la aprobación de esta ley afectaría las importaciones del país -que afuera se vende como una nación verde de productos orgánicos-, Proaño manifestó que en Ecuador hay sitios para desarrollar todo tipo de agricultura: la orgánica, la agroecológica, entre otras. "En países que tienen mayores controles ambientales y de trazabilidad de alimentos no se prohíben los transgénicos", afirmó.

Ley de Sanidad Agropecuaria

En otro tema, expresó que la Ley de Sanidad Agropecuaria, que fue aprobada en segundo debate y en el veto presidencial, unifica las reglas de Sanidad Animal y Vegetal vigentes, actualiza su contenido en relación al marco constitucional y legal nacional e internacional respecto a la regulación, control y seguimiento en materia fito y zoosanitaria, armonizándola con los avances científicos, el enfoque de la salud pública y el comercio internacional. Proaño dijo que el objetivo es garantizar el derecho a la salud y la vida de los ecuatorianos, realizando el control fitosanitario de plantas y animales en todos los procesos como camales, venta de productos agroquímicos y chequeo de enfermedades.

Además, este tema es parte de la trazabilidad de alimentos para que la gente tenga seguridad de lo que consume.

Explicó que esta ley forma parte del Régimen de Soberanía Alimentaria que trata de garantizar el respeto a los derechos de la naturaleza y el manejo de los recursos naturales; regula la sanidad agropecuaria para prevenir el ingreso, diseminación y establecimiento de plagas y enfermedades; promueve el bienestar animal, el control y erradicación de plagas y dolencias que afectan a los vegetales y animales y que podrían representar un riesgo fito y zoosanitario.

Proaño añadió que "cuando se elaboran las leyes del sector agropecuario, se maneja la Ley de Aguas, que ya está aprobada; la Ley de Tierras, así como la Ley de Semillas que constituyen los tres elementos para desarrollar los cultivos. Para asegurar el alimento que se origina por las semillas, la Ley de Sanidad Agropecuaria cierra los cuatro temas básicos del desarrollo agropecuario".

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