Los roedores presentan un alto riesgo de infección de enfermedades, a través de la contaminación, o las mutaciones a partir de las innumerables bacterias que habitan en su entorno.

Los raticidas líquidos con pesticidas suelen emplearse para acabar con plagas de roedores en el plazo de unos días. Los saborizantes y colorantes de color rojo, que a menudo contienen este tipo de productos, son un irresistible atractivo para estos animales, y son especialmente eficaces en ambientes secos en los que además hay varias fuentes de alimento.

Con esta primera recomendación, José Miguel Reyes, asesor externo de la corporación Montana, que ofrece soluciones para la agricultura, nutrición y salud animal, abrió su charla online “Raticida líquido: una herramienta excepcional para el control de roedores”, sobre todo en la industria y en los hogares.

Especializado en conocimientos prácticos y teóricos en control de plagas, atención a clientes corporativos en el ámbito pecuario y agroindustrial, Reyes explicó que la manera de aplicar veneno anticoagulante para ratas es muy fácil y sencilla.

Solo se necesita colocar pequeñas dosis en diversos lugares donde se localiza la plaga. El raticida líquido es muy efectivo y se puede notar sus efectos de manera muy rápida.

Si estos animales se encuentran en sus madrigueras -donde generalmente viven entre cinco y 20 adultos-  su control se puede realizar introduciendo cebos a granel y con mayor toxicidad, en una buena cantidad al interior del sitio infestado. Este producto es considerado como amigable con el medio ambiente.

Plaga que provoca mucho daño

El experto reconoció que los roedores tienen condiciones que suelen ser “bastante difíciles de controlar” y otros atributos que provocan mucho daño al ser humano, como la generación de enfermedades. “Los roedores están allí y están presentes, más cerca del ser humano que muchos animales salvajes”, alertó.

Reyes recordó que, en el siglo XV en Europa, la peste bubónica era transmitida por la pulga de rata. Esta epidemia terminó con cerca de la mitad de la población europea.

Los roedores también generan otro problema de salud pública: suelen defecar u orinar unas 40 veces al día, generalmente en lugares donde se consumen alimentos.

Reyes puso como ejemplo que en una granja o en un gallinero de postura, los roedores pueden dejar elementos muy dañinos para la salud en las canaletas donde está el alimento; en los comederos o en los platos de los pollitos y de la crianza de cerdos.

Además, destruyen los productos alimenticios, no solo en las bodegas o silos, sino en envases, empaques, incluso hasta ocasionan graves daños en edificios, como redes eléctricas, estructuras, tuberías, etc.