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Publicado en 10 - 2017
reunion maiz

Investigación, innovación, sistemas de producción adaptados al cambio climático, entre otros, fueron los temas abordados durante la XXIII Reunión Latinoamericana del Maíz, efectuada entre el 27 y 29 de septiembre en la Estación Experimental Pichilingue del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP).

El objetivo de esta reunión internacional fue mostrar a toda Latinoamérica la tecnología generada en los distintos países donde se produce maíz. Contó con el apoyo de los sectores públicos y privados, así como de la academia.

Los organizadores de esta reunión fueron el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), la Universidad San Francisco de Quito, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), y Ecuasem. Contó con el auspicio de la empresa privada, y del Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Municipio de Quevedo, entre otros organismos.

Participaron conferencistas de Perú, Bolivia, Argentina, Brasil, Colombia, así como estudiantes y personas vinculadas a esta actividad productiva que asistieron también a la muestra de la nueva tecnología que exhibieron empresas e instituciones en estands demostrativos, y parcelas experimentales con nuevos materiales genéticos, además de otros ensayos.

Víctor Barrera, director de Investigaciones del INIAP, destacó la importancia de intercambiar ideas y el conocimiento científico entre países hermanos en beneficio del sector maicero. "Las reuniones latinoamericanas de maíz son espacios para realizar un análisis retrospectivos de cómo se manejan las actividades de investigación, desarrollo tecnológico e innovación alrededor del cultivo, con el fin de solventar problemas que afectan la productividad en las diferentes realidades de Latinoamérica", manifestó.

El CIMMYT, conjuntamente con los institutos nacionales de investigaciones de la región y la empresa privada, han sido actores claves para la promoción de las reuniones latinoamericanas de maíz, que cada año cobra más seguidores, tanto de investigadores como de técnicos y productores que buscan soluciones integrales para resolver los problemas del cultivo.

Dentro de este marco, Barrera señaló que se analiza la investigación que realizan los países de América Latina, y principalmente Ecuador, sobre cultivo de maíz suave y duro. "contamos con tecnología, y obviamente estamos presentando a la comunidad científica lo que el INIAP hace en términos de investigación", expresó.

Enfatizó que muchas veces se piensa que el INIAP solo es generador de variedades e híbridos. "Tiene mucho más tecnología que ayuda a estas variedades, como el manejo específico de nutrientes, manejo integrado de plagas y cultivos e investigaciones socioeconómicas que ayudan a establecer la producción que tienen estos rubros", sostuvo.

"Formamos parte de la Red Latinoamericana de Maíz durante muchos años y queremos presentar a la comunidad científica lo que hacemos y lo que otros países hacen. Es un espacio para todos los actores de la cadena de valor del maíz: estudiantes, comerciantes, agricultores, científicos y técnicos; va dirigido a varios niveles para que todos tengan la oportunidad de adquirir estos conocimientos y aplicarlos", manifestó.

Maíz, producto de impacto económico

Édison Vega, subsecretario del Ministerio de Agricultura y Ganadería, destacó la importante iniciativa de las instituciones para promover y desarrollar este evento, cuyo objetivo es el intercambio de experiencias y el conocimiento científico técnico de los países hermanos para beneficio del sector maicero.

El cultivo de maíz es una de las actividades de mayor impacto en la economía nacional por su elevada incidencia social. "Las tres cuartas partes de la producción total provienen de unidades campesinas familiares; la mayoría de ellas son economías de subsistencia. Este grano es la principal materia prima para la elaboración de alimentos concentrados", destacó Vega.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería -señaló el Subsecretario de Agricultura- ha generado dos estrategias desde 2014. La primera es el desarrollo del Plan Nacional Entre Semillas y la segunda el Plan Nacional de Agricultura Asociativa, con el objetivo de incrementar rendimientos y de esa forma mejorar la productividad en los sectores ligados a la cadena del maíz, atendiendo a pequeños y medianos productores; se ha generado diferentes actividades como la transferencia de tecnología, entrega de paquetes tecnológicos, acceso a crédito, seguro agrícola, capacitaciones técnicas y fortalecimiento asociativo.

Indicó que esto ha generado una mejora en la productividad en los agricultores. Desde el 2014 hasta la actualidad, se ha invertido 61 millones de dólares en la implementación de estos proyectos, se haatendido a más de 388 500 hectáreas de maíz que corresponde a 102 mil agricultores. Esta inversión ha incrementado la producción de 2 y 3 toneladas por hectárea a 3 y 5 toneladas por hectárea hasta 2016.

"Esta administración considera que sin innovación no hay desarrollo, es por ello que ponemos todo nuestro esfuerzo para apoyar iniciativas que provengan de nuestros jóvenes, de nuestras universidades, de los institutos tecnológicos superiores y de instituciones como el INIAP que hacen tecnología", finalizó Vega.

De su parte, Mario Caviedes, director de Ingeniería en Agroempresa de la Universidad San Francisco de Quito, explicó que, como representante de la entidad, asistió a la reunión realizada en Bolivia, donde se planteó la posibilidad de que Ecuador sea el organizador de la siguiente reunión.

"Fue un acuerdo y una alianza estratégica entre el INIAP y la USFQ, a través de su Colegio de Ciencia y Tecnología", dijo Caviedes al indicar que para la organización conformaron un comité de cinco personas para realizar las gestiones correspondientes. Nos tomó entre ocho y 10 meses la organización del evento. Lo primero en elaborar fue la propuesta de los ejes temáticos que se iban a tratar, luego buscamos el aporte de la empresa privada para el financiamiento".

Agregó que se formó también un comité para obtener los recursos. Se contó con un importante apoyo de la Asociación Ecuatoriana de Semillas (Ecuasem), así como de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Al mismo tiempo, empresas públicas y privadas del sector agropecuario aportaron para la realización de esta reunión.

Los conferencistas -explicó Caviedesfueron seleccionados a través del comité científico y del comité organizador. "Conocemos a muchos de ellos, escogimos a los más representativos de cada país". Adicionalmente, también se logró el aporte del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT), una de las organizaciones que aporta la investigación agrícola a nivel mundial con sede en México, la cual nos proporcionó ocho conferencistas sin costo. Fue un aporte fundamental para el éxito de este encuentro internacional".

Govaerts: "Investigación para responder a las necesidades"

Para Bram Govaerts, director regional de América Latina Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el reto de la humanidad es contar con suficiente alimento para llevar una vida sustentable, y erradicar el hambre.

Govaerts -quien expuso el tema Agricultura: Innovación para la sustentabilidad y nutrición- afirmó que acabar con el hambre, alcanzar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover una agricultura sustentable son las nuevas metas de Desarrollo Sustentable.

Es importante preguntarse cómo se podrá alimentar a millones de personas en 2050. Para ello los productores alrededor del mundo tendrán que producir más con menos. Esto solo es posible con una estrategia de intensificación sustentable basada en agronomía contundente y ciencia agrícola, pero también en nuevas tecnologías adaptadas a las necesidades de los pequeños productores.

Indicó que existen dos ingredientes claves para incrementar la producción de granos básicos: semillas mejoradas, y prácticas agronómicas sustentables arraigadas en sistemas agroalimentarios eficientes y sostenibles.

Precisó que el 70% de las variedades de trigo de alto rendimiento y 50% de las nuevas variedades de maíz que se siembran en todos los países en desarrollo, han sido desarrolladas por CIMMYT, siendo su participación muy fuerte en este rubro.

"También somos sólidos en el desarrollo de variedades de maíz y trigo resistentes a nuevas enfermedades, así como aumentar su tolerancia a los efectos del cambio climático, como el calor o la sequía. Adicionalmente, desarrollamos nuevas vaiedades de maíz fortificado para reducir la desnutrición infantil en muchos países donde CIMMYT trabaja, principalmente en África", sostuvo.

Indicó que cuando se piensa en la ciencia, en maíz y trigo para una vida mejor, se deduce comúnmente que se debe incrementar el rendimiento de los dos granos. "Buscamos también obtener rendimientos altos y estables, y como resultado mayores ingresos para el productor. De esta manera, tanto el productor como el consumidor, pueden tener una vida mejor".

Manifestó que las semillas mejoradas, por ser más nutritivas, resistentes o rendidoras, alcanzan su potencial sin prácticas agronómicas sustentables.

Agregó que se necesita investigación, desarrollo y adaptación de prácticas y tecnologías para responder a las necesidades de los pequeños productores alrededor del mundo. Actualmente las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGAPRA) de México y CIMMYT, implementan el proyecto MasAgro que ayuda a resolver los problemas de producción de maíz, conservación de la biodiversidad, seguridad alimentaria y desarrollo rural sustentable.

"MasAgro ha generado un impacto positivo en la vida de 300 mil agricultores que han adoptado las tecnologías de la agricultura de conservación y producción sustentable. Los últimos datos disponibles muestran que el ingreso de los productores de maíz de MasAgro aumentó al 16% respecto al ingreso obtenido de parcelas testigo y sus rendimientos hasta 94% respecto al promedio regional de maíz", precisó.

Eyherabide: "Investigación en maíz está orientada a recuperar productividad"

Guillermo Eyherabide, coordinador del Programa Nacional de la Estación Experimental Agropecuaria Pergamino del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), sustentó su conferencia con el título "Presente del Cultivo de maíz en Argentina: desafíos y oportunidades de la investigación". Inició con un recuento de la producción de maíz en Argentina, señalando que este país sudamericano ocupa el cuarto lugar a escala mundial.

Eyherabide indicó que la superficie sembrada es cercana a los 7 millones de hectáreas, de las cuales aproximadamente 5 millones se cosechan. La diferencia entre ellas viene dada principalmente porque parte de la producción de maíz se utiliza para ensilaje. La producción del año pasado fue de 29 millones de toneladas y las de este año serán iguales en una superficie menor.

¿Qué importancia tiene el maíz para Argentina? La contribución del maíz es de aproximadamente del 5% del PIB. El 62% del valor agregado se debe a la producción primaria. A diferencia de otros productos de la región, Argentina es el tercer productor mundial de maíz. El 64% de lo que se cosecha es para exportación.

En cuanto a los niveles tecnológicos, el 56% de los productores utiliza un nivel alto y el 36% un nivel tecnológico medio.

La superficie sembrada estuvo estable entre los años 70 hasta alrededor de 2010; posteriormente comenzó una recuperación que se acentuó en 2015. En el primer período la producción aumentó por el incremento del rendimiento. Más recientemente los aumentos de producción responden a la expansión del área, con modestos incrementos del rendimiento.

Eyherabid manifestó que ahora se observa una creciente variabilidad interanual y una tasa de crecimiento anual de los rendimientos en declinación. La producción alcanza 39 millones de toneladas de las cuales 500 mil se destinan a la producción de etanol.

En el contexto en que se desenvuelve la cadena de valor -dijo- está experimentando cambios importantes. "La eliminación de retenciones a la exportación mejoró la rentabilidad del cultivo y contribuyó a su expansión. Hay expectativas de mayor demanda y oferta de etanol de maíz. La sociedad muestra preocupación respecto al impacto de la agricultura sobre la contaminación de espacios urbanos y periurbanos, acuíferos y cursos de agua", sostuvo.

Desde lo ambiental, la relación entre las superficies destinadas a soya y cereales es todavía incompatible con la sustentabilidad de los sistemas productivos. La frecuencia de eventos meteorológicos externos ha aumentado en ciertas zonas, con importantes superficies de tierras anegadas y ascenso de napas de agua.

Señaló que se detectan problemas crecientes por biotipos de malezas que adquieren resistencia a herbicidas, así como el quiebre a la resistencia a algunos eventos Bt por Spodoptera. La disponibilidad de híbridos Bt hizo posible la siembra de maíz tardío que alcanzaría 50%. La investigación en maíz está orientada a recuperar la tasa de crecimiento de la productividad pero al mismo tiempo reducir los impactos ambientales.

Ello requiere revalidar conceptos agronómicos básicos, reducir la dependencia de insumos de síntesis química, favoreciendo el empleo de biofertilizantes y resistencia genéticas, y mejorar la adopción de tecnologías.

Medina: "Caracterización de maíz por regiones"

"Situación de la investigación desarrollo del maíz amiláceo en la zona andina de Perú", fue el tema expuesto por Alicia Medina, del Instituto Nacional de Innovación de Perú, donde destacó el trabajo desarrollado por el Instituto Nacional de Investigación Agraria.

"Se ha trabajado en aspectos como, por ejemplo, la caracterización de materiales; asímismo se ha desarrollado variedades mejoradas de libre polinización y también los temas agronómicos: vale decir control de plagas, densidades y dosis de fertilización", informó.

Destacó los distintos maíces de exportación, como la variedad maíz cusqueño que posee el grano más grande del mundo. También están los maíces morados que cobran importancia por su gran poder antioxidante.

España es el principal país de destino de este tipo de maíz con el 66%, seguido de Japón, entre otros. Las tendencias de maíz morado crece cada año: por ejemplo, en 2015 se logró una producción de 778 mil kilos frente a 2016, que incrementó a 813 mil. Por ello la importancia comercial de los maíces amiláceos, que se siembran en zonas altas y tienen mayor contenido de almidón en su composición.

Otros tipos de maices que se cultivan en Perú son el de la variedad cusco gigante, y el chumpis, caracterizado por tener un gen de azúcar.

Dentro de las problemáticas, se consideran tres como las más importantes: desde el punto de vista tecnológico existe la mala compactación de los terrenos, la nula rotación de cultivos, y el uso de semillas certificadas.

Medina indicó que se ha realizado la caracterización de los tipos de maíz para muchas regiones de la zona andina; se ha generado variedades de diferentes tipos de maíz andino; se dispone de recomendaciones agronómicas para control de plagas y uso racional de fertilizantes y densidad de siembra. No obstante, las estadísticas no reflejan cambios en la producción de maíz de la zona andina, aunque hay percepción de que el consumo se ha incrementado en la Costa.

Agregó que se continúa con la generación de nuevas variedades para vincular al agricultor con el mercado y la agroindustria, para lo que se adecúan las recomendaciones agronómicas en las nuevas variedades. Mencionó que se requiere implementar un sistema público-privado de producción de semilla; establecer vínculos con instituciones para conformar la red de cultivos biofortificados; adecuar laboratorios de acuerdo a las necesidades agroindustriales de los nuevos tipos de maíz que se generan; y, formar una red de trabajo entre los países productores de estos tipos de maíz para ofertar al mundo productos con certificación de origen.

Zambrano: "Resistencia genética, la manera más eficiente de controlar enfermedades"

El representante del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) en el comité organizador, José Luis Zambrano, habló sobre la resistencia genética del cultivo de plagas y otros métodos de control, destacando el crecimiento de una planta de maíz, la cual en condiciones normales produce lo que se espera.

Sin embargo, una enfermedad es una excepción que se presenta por otros factores, como por ejemplo que la planta sea susceptible, el clima sea favorable para la incidencia de la enfermedad y, obviamente, la presencia de la enfermedad. Cuando existe ese triángulo se da por descontado la afectación de una enfermedad.

"Cuando hablamos de virus nos referimos a otros factores. Ya no es un triángulo sino que necesitamos, además que la planta esté susceptible, con la presencia del patógeno y que haya las condiciones ambientales favorables; necesitamos los vectores, que son los que transmiten estas enfermedades virales que producen las pandemias", explicó.

Indicó que entre los síntomas típicos de las enfermedades virales están el achaparramiento, la cloriosis en las hojas, lo que ocasiona al término del proceso: mazorcas sin rendimiento.

Sostuvo que la resistencia genética es la manera más eficiente de controlar las enfermedades, ya que no tiene un costo adicional para el agricultor y no contamina el ambiente. "La enfermedad ocurre cuando existe un desequilibrio en el sistema de producción, causado por factores ambientales, genéticos o de manejo".

Indicó que el primer paso, para incorporar resistencia al cultivo, es identificar materiales resistentes entre las variedades tradicionales, poblaciones mejoradas de alta diversidad genética, colecciones núcleo y colecciones para estudios genéticos.

Para esto es necesario realizar evaluaciones en condiciones controladas donde se inocula el patógeno y se le brinda las condiciones para que la planta no se enferme. En este estado, conocer un testigo susceptible, es tan importante como identificar al resistente, ya que asegura la calidad de la evaluación.

Manifestó que el virus del rayado fino del maíz y virus del mosaico de la caña de azúcar, están entre los principales virus que afectan al cultivo de maíz en los valles altos y trópicos de Latinoamérica.

Explicó que en la Estación Experimental Litoral Sur del INIAP, se inocularon 32 híbridos comerciales y experimentales del maíz de grano amarillo utilizando la técnica del frotamiento en plántulas de maíz, con un aislamiento de SCMV colectado en la Estación Experimental Portoviejo del INIAP.

"Dos semanas después de la inoculación se evaluó la incidencia de los síntomas de la enfermedad en las hojas nuevas. El experimento tuvo tres réplicas biológicas en un diseño de bloques completados al azar con 20 plantas por tratamiento. No existieron híbridos resistentes, lo que indica la necesidad de incorporar genes de resistencia a SCMV en el mejoramiento genético de poblaciones de maíces tropicales de grano amarillo duro, de las empresas públicas y privadas", sostuvo.

Yánez: "Maíz con alta producción"

Carlos Yánez es uno de los responsables del Programa de Maíz Litoral y Sierra del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP). Su conferencia se refirió a la situación del cultivo del maíz en la Sierra, sobre lo que dio perspectivas agrícolas basadas en datos de la Organización para la Cooperación de Desarrollo Económico y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la cual prevé que durante el ciclo comercial 2016-2017 se logrará el nivel de producción mundial más alto de la historia.

Para este período se pronostica que se obtendrán 1 025,6 millones de toneladas de maíz, lo que representa un aumento esperado del 6,9% con respecto a la producción del período del 2015-2016.

Del mismo modo se pronostica incrementos considerables en la producción de cultivos de países como Estados Unidos, Argentina, Brasil, entre otros. Se espera un aumento anual de 3,2% del consumo mundial para totalizar 1.008,7 millones de toneladas para el 2017, de los cuales el 71,9% corresponde al consumo forrajero y el restante al consumo humano, industrial y semilla.

Yánez dijo que este es un panorama bastante alentador para una producción constante de demanda de alimentos. Estas estadísticas ubican muy bien al contexto del cultivo del maíz en el mundo.

Agregó que el contexto latinoamericano es un reflejo de la situación mundial, por lo que se tendrá la oportunidad de conocer a viva voz la situación en particular de cada uno de los países de latinoamérica.

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